Como integrante de la Comisión de Mujeres y Equidad de Género, la diputada Ana María Bravo criticó con fuerza el proyecto de ley presentado por el diputado libertario Leonidas Romero, titulado “Tengo fe en Dios”, que busca eliminar la causal de violación en la actual Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en tres causales.
La iniciativa ha generado amplio rechazo desde organizaciones de mujeres, actores del mundo político y defensores de los derechos humanos. En ese marco, la diputada Bravo declaró que, “este proyecto representa un retroceso brutal en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y niñas de Chile. Pretender obligar a una víctima de violación a continuar con un embarazo forzado es una forma de violencia institucional inaceptable en un país democrático”.
Desde el Congreso, Bravo fue enfática en señalar que “el Estado no puede mirar para el lado cuando las víctimas de agresión sexual enfrentan una segunda revictimización”, y advirtió que proyectos de este tipo no tienen cabida en una sociedad que avanza en derechos, equidad y justicia de género.
Asimismo, la parlamentaria hizo un llamado al Congreso y a la ciudadanía a defender la Ley de Aborto en 3 Causales, que fue fruto de años de lucha del movimiento de mujeres, y que constituye un mínimo ético frente a situaciones extremas como riesgo de vida, inviabilidad fetal y violación.
“Nosotras no vamos a retroceder. Vamos a seguir defendiendo con fuerza los derechos de las mujeres y niñas, desde una perspectiva de derechos humanos, no desde creencias individuales impuestas al resto de la sociedad”, afirmó.
Bravo, además, cuestionó que sectores conservadores pretendan imponer visiones religiosas en la legislación, desconociendo la laicidad del Estado y la autonomía de las personas sobre sus propios cuerpos.
La diputada reiteró su compromiso con una agenda legislativa que ponga en el centro la dignidad de las mujeres, su autonomía y su derecho a decidir, como parte de su labor en la Comisión de Mujeres y Equidad de Género.