En el corazón de un oasis de bosque nativo, las guardaparques Patricia Barría y Gemina Sánchez guiaron a niñas, niños y sus familias en un recorrido por el sendero Los Olivillos. Este sendero representa la biodiversidad del bosque costero, albergando especies características de la Selva Valdiviana en la cordillera de la costa. Además, este bosque de olivillos se encuentra junto a la planta de captación de agua del Comité de Agua Potable Rural, que abastece a las comunidades de Chaihuín y Huiro.
La Escuela Ambiental Itinerante, diseñada con una convocatoria abierta para 35 niños y niñas de la Región de los Ríos, de entre 6 y 12 años, buscó promover la participación en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y fomentar una mayor equidad de género en el ámbito científico. Esta iniciativa nace en Valparaíso, a través de Ruta Sustentable, quienes se unieron a Fundación FORECOS para adaptar la experiencia en la Región de los Ríos.
Esta iniciativa forma parte de un proyecto financiado a través del fondo concursable Acción Regional para el Cambio Climático 2024, en la línea de Comunicación Efectiva del Cambio Climático, con subvención otorgada por el Gobierno Regional de Los Ríos y su Consejo Regional, 2024. En esta primera versión, la escuela logró convocar a 32 niños y sus familias, quienes participaron activamente en seis talleres y un cierre desarrollados en puntos clave del territorio.
Al respecto, el Gobernador Regional de Los Ríos, Luis Cuvertino, destacó la relevancia del proyecto, resaltando su contribución al fortalecimiento de la educación ambiental en el territorio. “Esta iniciativa no solo permite a los niños de Valdivia y sus alrededores aprender sobre la importancia del agua como recurso vital, sino que también los conecta con su entorno local, promoviendo una conciencia más profunda sobre la biodiversidad y los desafíos medioambientales que enfrentamos en la Región. Es fundamental que desde pequeños comprendan el valor de cuidar nuestra riqueza natural, especialmente en una región como la nuestra, donde el agua es un pilar clave para las comunidades y los ecosistemas”, afirmó.
La Escuela Ambiental Itinerante, que se llevó a cabo entre septiembre y diciembre de este año, se desarrolló en dos etapas. La primera comenzó en septiembre e incluyó la difusión del programa, la inscripción de los/as participantes y la elaboración de material educativo. Este material, denominado «Bitácora de Exploración», fue un cuadernillo de actividades que condujo a la niñez durante los talleres y sirvió como apoyo curricular escolar.
“El trabajo de educación ambiental es muy satisfactorio, pero también conlleva una gran responsabilidad. Por esta razón, hoy recibimos la visita de una pequeña escuelita ambiental que se está desarrollando gracias al apoyo de nuestro garante en conservación, FORECOS”, comentó Patricia Barría, destacando la importancia de este tipo de iniciativas en la protección del bosque nativo y la sensibilización de las nuevas generaciones.
La Escuela Ambiental
Entre los participantes destacó la profesora Ingrid Fernández, encargada de la Escuela Rural Santo Domingo, quien asistió junto a sus alumnos. “Considero que este tipo de iniciativas son fundamentales para fomentar la conciencia ambiental en los niños, incentivando el cuidado de la naturaleza y el respeto por nuestro entorno. Además, permite que conozcan más sobre la rica flora y fauna que tenemos aquí en la Región de Los Ríos, donde la biodiversidad es abundante y única”, expresó la docente.
Fernández valoró la capacidad del equipo de la escuela para motivar a los niños y señaló: “Es maravilloso ver cómo los niños se involucran y absorben todo este conocimiento, que sin duda contribuirá a formar ciudadanos más responsables con el medioambiente”.
Cada taller se desarrolló en un lugar específico de la cuenca del Río Angachilla-Valdivia, adaptando las actividades a los entornos visitados, como el Santuario de la Naturaleza Humedales de Angachilla (Santo Domingo, Parque Comunitario La Punta, Bosque Humedal Angachilla y Parque Catrico), el Santuario de la Naturaleza Llancahue y la Reserva Costera Valdiviana. Estas instancias fomentaron el conocimiento de estos santuarios como áreas de conservación clave para la Región de Los Ríos, destacó Daniel Muñoz Bravo, coordinador del proyecto e integrante de la Fundación FORECOS.
Proyección
Daniel Muñoz, de Fundación FORECOS, calificó como positivo el desarrollo de la escuela ambiental. “Hubo una excelente recepción por parte de las familias que se comprometieron hasta el final. En el cierre, asistieron 18 niñeces más sus familias, y aunque algunos no pudieron venir por otros compromisos como los cierres escolares, creo que el interés se mantuvo. De los 32 inscritos, alrededor de 25 o 26 participaron de manera constante durante el programa, lo que considero un buen número para ser un programa de educación ambiental informal de convocatoria abierta a la niñez de la Región”, señaló.
Muñoz adelantó que planean organizar una segunda edición. “Queremos realizar una reunión de cierre con el equipo de trabajo para evaluar esta primera versión. También planeamos recibir retroalimentación de las familias mediante encuestas o algún otro mecanismo. La idea es recoger sus opiniones y sugerencias para mejorar y plantear una segunda versión”, concluyó.
La iniciativa desarrollada por FORECOS y financiada por el GORE de los Ríos contó con el apoyo de Ruta Sustentable, Corporación Humedales de Angachilla, Comité Ecológico Bosque Humedal del Santuario Angachilla, Corporación de Desarrollo Parque Catrico, Fundación Plantae, Cooperativa Calahuala, Escuela Rural Santo Domingo, la Reserva Costera Valdiviana, la SEREMI de Bienes Nacionales y el vivero de la Ilustre Municipalidad de Valdivia.