El dolor en el pecho de origen coronario o angina de pecho, puede ser una señal de que se está produciendo una angina inestable, también conocida como “preinfarto” o un infarto agudo al miocardio. La principal característica de ambos es la sensación de presión del lado izquierdo, aunque también pueden presentarse atípicamente como un cansancio de inicio brusco, dolor abdominal, malestar general que puede irradiarse hacia el cuello, la mandíbula y el brazo izquierdo.
El Dr. Dante Lindefjeld, cardiólogo del Centro de Enfermedades Cardiovasculares, afirma que “un preinfarto se produce cuando la arteria está obstruida parcialmente, lo que origina un dolor en el pecho que puede ser intermitente. No obstante, puede evolucionar a un infarto, que es cuando la arteria está completamente obstruida y el dolor simplemente no pasa”.
Muchas veces se produce una confusión entre lo que es un infarto y un preinfarto. La diferencia entre ambos radica en la magnitud y duración de la angina de pecho. Si el malestar dura menos de 10 minutos, es probable que la arteria no esté totalmente ocluida y aún no se haya producido un daño en el músculo cardiaco. El especialista explica que, “en el caso de que llegue a durar más tiempo y esté acompañado por una alta sudoración, falta de aire y una sensación inminente de muerte, es altamente probable que haya sido obstruida y esté causando un daño directo al músculo cardiaco, lo que termina siendo un infarto”.
Según la zona cardiaca afectada, son los síntomas que se pueden dar. Si sucede en la pared inferior del corazón, podría presentarse dolor o quemazón en la boca del estómago, que muchas veces puede confundirse con una gastritis. Mientras que, en las mujeres, los síntomas de infarto podrían llegar a ser más vagos, como malestar en el pecho y abdomen alto, cansancio, falta de aire, náuseas, mareos y palpitaciones.
Las principales recomendaciones para mantener o mejorar la salud cardiaca son los controles periódicos para conocer los niveles de colesterol, hipertensión o diabetes, que pueden influir en un accidente cardiovascular. Además, si se tiene algún tipo de herencia familiar en enfermedades coronarias, no se debe fumar, hay que realizar regularmente actividad física, mantener un peso saludable y buscar espacios de distensión que logren bajar los niveles de estrés.
El Dr. Lindefjeld enfatiza que, “en el caso de presentar ciertos malestares como los mencionados, es primordial acudir lo antes posible a un servicio de Urgencia, para confirmar o descartar la posibilidad de estar padeciendo una enfermedad coronaria que pudiese llegar a ser letal”.